jueves, 29 de mayo de 2008

¿Construímos, de-construímos o re-construímos?

Bueno, tras haber estado hablando en mi anterior entrada sobre la democratización del saber, la construcción del saber aprovechando la inteligencia colectiva, el cambio de actitud, etc. va y me topo con este extracto del libro de Inger Ekvinst, titulado La educación en peligro, que tiene ya algunos años. Es del 2000. Lo reproduzco aquí:




"Varias nuevas tendencias han ocupado el espacio en la organización de las escuelas en las que se esperaría una idea pedagógica, y por ellos se podrían llamar antipedagógicas. Se presentan comúnmente no como tendencias pedagógicas sino como 'recursos', pero, puesto que se recomiendan de la misma manera que las ideas pedagógicas funcionan como ideologías de aprendizaje. Para aquel que no es docente, probablemente es difícil entender la enorme influencia que ejercen esas tendencias aparentemente inocentes. Aquí se va a hablar en primer lugar del uso de la tecnología de la información y del término 'autonomía', dos conceptos que se han promocionado durante tanto tiempo, y tan intensivamente, que se entienden como métodos oficialmente decretados y no como posibilidades que los profesores y los alumnos pueden elegir. La enseñanza a distancia combina estos dos factores y es lógico que sea el modelo en que las escuelas deben inspirarse. Ideas emparentadas son, dentro de la enseñanza de los idiomas, el enseñar estrategias y, para las materias de las ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza, la enseñanza basada en los problemas. Obsérvese que los términos tienen que ver con la manera de trabajar y no con el contenido o las causas por las que debería aprenderse una materia. Además, las palabras son tan vagas que pueden hacer alusión a una enseñanza maravillosa o a una mala. Las autoridades escolares, por lo menos en Suecia, se interesan más por modernizar la escuela a través de nuevas formas de trabajo que por fijar objetivos y controlar que los alumnos los alcancen. La combinación de un bombardeo de propuestas de maneras de trabajar con la ausencia de un examen final que mida el resultado, hace que los docentes entiendan las exigencias de las autoridades como si fuera más importante la manera de trabajar que el resultado, aunque ningún representante del ministerio de educación diga esto claramente. Lo que podría dar al docente un sueldo más alto es la participación en proyectos con nuevas formas de trabajo, y no el buen resultado de los alumnos." (Págs. 31-33)




Mi primera reacción tras haber leído tan solo este extracto fue :-O!!! pues ¡qué duda cabe!, Inger Ekvinst, a pesar de poner el dedo en la llaga de algunos de los males de la educación actual, me ha roto los esquemas que he ido construyendo durante unos cuantos años de mi carrera profesional. O sea, que después de volvernos todos súper constructivistas, intentar poner en práctica el aprendizaje significativo, constructivo y colaborativo, fomentar la autonomía del alumno, conceder mayor relevancia al proceso de aprendizaje, ... parece que nos hemos equivocado de cabo a rabo :-(((#%?!.


Como no quiero precipitarme ni llegar a conclusiones equivocadas, voy a continuar informándome e indagando sobre las ideas de Inger Ekvinst en torno a la educación. Ojalá tras leer sus libros, especialmente el que parece ser su último libro sobre el tema, Repensar la educación (2006) no me siga quedando con esas caras.


Saludos

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